6-
Al pequeño Miguel le gustaba mucho observar y encontrar la explicación de todas las cosas:
-¿Qué es aquello que brilla entre las hojas, padre?
-¡La luna, qué otra cosa iba a ser!
-¿Y esa voz que se escucha más allá de los árboles, madre?
-El viento, que silba entre las ramas.
De quien más cosas sabía era de la luna. La miraba desde la ventana de su cuarto las noches limpias y claras.
La veía sola y redonda en medio del cielo, enfriando el monte, alumbrando los caminos...
Escríbelo en un folio y dibújalo.
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