"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro".
Así empieza el libro "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez.
Y así se inicia este blog, como la primera página de un libro que, esperemos, se llena de palabras hermosas.
Menudo detalle tuvo Jorge al enviarnos una tarjeta postal desde San Sebastián, ciudad que ha visitado (junto a su familia) durante los días de Semana Santa.
La recibimos ayer y nos hizo mucha ilusión.
Por otra parte, Beatriz y Alfonso, estudiantes que han realizado las prácticas de Magisterio en nuestro colegio y que hoy se despiden de nosotros (por cierto, os deseamos lo mejor. Ha sido un placer teneros aquí), nos han traído una postal desde Malta, donde estuvieron la semana pasada.
Y Ana, estudiante de Erasmus en Suecia, nos trajo una postal desde Estocolmo.
Conocemos el mundo gracias a las personas que nos envían su recuerdo desde distintos lugares.
Ayer se llevó a cabo una actividad en nuestro colegio. Miembros de la Asociación Down leyeron poemas de su libro, contaron experiencias, compartieron versos con nosotros.
Una vez más nos enseñaron que cada cual ha de desarrollar sus capacidades y que entre todos podemos ayudar a construir un mundo mejor. En este caso a través de la poesía.
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. (Monterroso)
Un niño soñaba con un dinosaurio, le chupó la mejilla y le sonrió. (Julia)
El dinosaurio apareció enfrente del niño dormido. (Iván)
Un niño está durmiendo; se despierta y se sorprende al ver un dinosaurio. (Sorin)
Se despertó, vio un dinosaurio y supo que su amistad sería para siempre. (Iker)
Cuando despertó del sueño, vio que el dinosaurio quería ser su amigo. (Lucía)
Un niño que siempre sueña con un dinosaurio que le viene a ver. Se da cuenta de que es un sueño porque le da un lametón y los dinosaurios no dan lametones.(Jorge)
El niño soñó con el dinosaurio. Se despertó y lo vio. (Checko)
El niño se despertó y un dinosaurio apareció. El dinosaurio le lamió la cara y el niño sonrió. (Elías)
El niño despertó y conoció a un dinosaurio muy amable. (Hawa)
Cuando desperté, vi un dinosaurio que me lamió la cara. Sonreí y supe que sería mi amigo, que me protegería de mis miedos. (Álvaro)
El niño se despertó y vio a un dinosaurio. (Desirée)
Me desperté. Observé un dinosaurio, estaba asustado, pero nos hicimos muy buenos amigos. (Aitana)
El dinosaurio estaba ahí. El niño se despertó y vio al dinosaurio. (Saibou)
El niño cree que sigue en su sueño porque ve un dinosaurio. (Candela)
Una niña vio un dinosaurio y se sobresaltó. (Nadia)
El niño descubrió que el dinosaurio era su perro. (Pablo)
El dinosaurio que estaba en casa de una niña le quería lamer. (Joel)
El niño sonrió al dinosaurio mientras que este le miraba y le lamía. (Daniel)
Un dinosaurio despierta al niño lamiéndole la cara para que fueran amigos. (Javier)
Me voy a quedar durmiendo en la cama un poco más. Oh, qué sorpresa, un dinosaurio será mi mascota. (Ana)
Un dinosaurio me lamía la cara; me di cuenta de que era mi perro Tim despertándome para ir a clase. (Sara)
Mi mascota, el dinosaurio, el que más me da miedo. (Mama)
Los alumnos de 5ºA y 5ºB, donde Caridad Pedrós imparte la asignatura de Ciencias Naturales, explicaron a alumnos de 2º de Primaria los árboles que tenemos en nuestro colegio.
Sin duda, una forma estupenda de aprender sobre nuestro entorno.