11 de septiembre de 2015

Sofía Ibarz











A final del curso pasado estuvo en clase una de esas personas con las que da gusto hablar. La conozco desde hace años; sabía que se había ido a Latinoamérica, concretamente a Colombia.

Emocionante todo su relato, toda su experiencia, toda la labor que está realizando en lugares donde realmente se necesita ayuda.

Enhorabuena, Sofía.

Desde aquí te enviamos un abrazo inmenso. Para ti y para toda esa gente que tiene la suerte de tenerte al lado.


Yo estudié Educación social en Granada y quería realizar las prácticas en Latinoamérica, cuando encontré un convenio en la Universidad donde tenían vínculos con la Universidad Tecnológica de Pereira. Entonces dos amigas y yo decidimos venir a hacer aquí la parte práctica por cuatro meses. 
Con la UTP fuimos a centros penitenciarios, a hospitales, a barrios vulnerables, a llevar a cabo diferentes proyectos de intervención social. Después de esos cuatros meses, que se pasaron volando, estuvimos estudiando unas materias para que nos las convalidaran en la Licenciatura en Etnoeducación y Desarrollo comunitario que aquí se impartía.
Después de ese año ya quedamos encantadas y emocionadas con la vida de aquí, la gente es muy amable, muy cercana, muy alegre; los paisajes son increibles, la naturaleza se puede apreciar en su máximo esplendor y aunque haya situaciones y circunstancias difíciles, las personas que aquí habitan intentan llevarlo de la mejor manera. Son muy luchadores y siempre están con una sonrisa en la boca.
A los seis meses de regresar a España volví a hacer las maletas y me vine de nuevo, y ahora estoy acompañando un proceso comunitario en la vereda San Isidro, en el corregimiento de Puerto Caldas, en la ciudad de Pereira. Allí hay un centro comunitario hermoso donde se llevan a cabo diferentes líneas de actuación: Una escuela de artes para los niños y jóvenes (danzas folclóricas, teatro, batucada, música, refuerzo educativo, biblioteca, clases de informatica y formación en valores y animación a la lectura), unos proyectos productivos para las mamás y papás (hay un galpón con 80 gallinas ponedoras, un lago de peces y una huerta agroecológica) y por último la línea nutricional, donde se dan 40 allmuerzos diarios a los adultos mayores mas vulnerados y refrigerios a todos los participantes del centro.













1 comentario:

Anónimo dijo...

Que kawais todos :DDDDD :3









Jorge estremeiro garces