17 de marzo de 2010

Miguel Hernández

7-

Cuando cumplió cinco años, a Miguel lo llevaron a un parvulario y después a una escuela.


Era muy inteligente, capaz de aprenderse de memoria todo lo que leía y escuchaba a su alrededor. Y sensible, tanto que su profesor de enseñanza primaria pensó que podría ser un gran poeta.



Sin embargo, su padre no quería que pasara muchos años en la escuela, de modo que llegó un día en que Miguel tuvo que dejar los estudios y dedicarse a cuidar un ganado de cabras.



Aquello le llenó de tristeza y hasta lloró durante noches al amor de la luna, o durante el día, caminando con Lucera, una de sus cabras, por el monte.

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Escríbelo y expresa en un dibujo utilizando la técnica que desees.

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