18 de noviembre de 2010

Adivina cuánto te quiero














Te quiero...


Como un pájaro a la copa del árbol.


Como el quebrantahuesos a los Pirineos.


Como al calor del sol.


Como al reflejo de la luna.


Como la trucha al trucho.


Como el ratón al queso.


Como las estrellas al firmamento.


Como del infinito al más allá.





(Este poema de Nadia Sáinz y su madre es digno de una postal)

2 comentarios:

Carlos bruñén dijo...

El amor o el querer es ilimitado. Lo que es limitado es el tiempo de cada persona, el espacio, el lugar. Lo que hace que el afecto sea distinto es el tiempo que le dedicamos o la forma en que te llega la otra persona.

Mª Jesús Lamora dijo...

Un saludo para ti y gracias por pasar por nuestro blog.