"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro".
Así empieza el libro "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez.
Y así se inicia este blog, como la primera página de un libro que, esperemos, se llena de palabras hermosas.
"Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando".
ResponderEliminarBruno Pera.
Hacer preguntas es prueba de que se piensa.
ResponderEliminarVíctor A.
ResponderEliminarSi lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
Pau Barber
La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
ResponderEliminarLaura
Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.
ResponderEliminarSara
Las palabras van al corazón cuando han salido del corazón.
ResponderEliminarNéstor.