22 de noviembre de 2013

Sobre la buena puntuación en los textos

Cuentan que en cierta ocasión alguien murió dejando un testamento redactado sin signos de puntuación, tal que así:

"
Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo
"

Evidentemente, la cosa acabó en los tribunales, ya que para uno el testamento decía:

"Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo"


Pero para otro:

"¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡A mi hermano Luis!. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo"


Y para el sastre:

"¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo"


Evidentemente, para los jesuitas:

"¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre, nunca, de ningún modo. Para los jesuitas, todo. Lo dicho es mi deseo"


Dicen que al final el Juez se incautó de la herencia. Evidentemente, es muy importante escribir y puntuar con corrección.

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