"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro". Así empieza el libro "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez. Y así se inicia este blog, como la primera página de un libro que, esperemos, se llena de palabras hermosas.
11 de octubre de 2013
Yo no te pido
Yo no te pido
que me cantes una canción,
sólo te pido
que escuches mi corazón.
(Miguel)
Yo no te pido
que me traigas flores,
sólo te pido
el aroma que desprendes.
(Julián)
Yo no te pido
que me alegres el día,
sólo te pido
que acaricies mi esperanza.
(Víctor G.)
Yo no te pido
que me hagas lo imposible otra vez,
sólo te pido
que me apoyes hasta el amanecer.
(Néstor)
Yo no te pido
que me digas nada,
sólo te pido
paz y armonía.
(Víctor A.)
Yo no te pido
que me des un libro,
sólo te pido
que me dejes leer.
(Iván y Clara)
Yo no te pido
la vida infinita,
sólo te pido
parte de tu amor.
(Laura)
Yo no te pido
que seas perfecta,
sólo te pido
que seas tú.
(Pau)
Yo no te pido
que me robes el alma,
sólo te pido
que confíes en mí.
(Víctor S.)
Yo no te pido
la España entera,
sólo te pido
un cachito de ti.
(Julia)
Yo no te pido
que vayas al cielo azul,
sólo te pido
que viajes conmigo al sur.
(Sara)
Yo no te pido
todo el oro del mundo,
sólo te pido
tus manos poder acariciar.
(Romeral)
Yo no te pido
que me subas a la luna,
sólo te pido
que me alegres el día con tu risa.
(David)
Yo no te pido
que nunca me abandones,
sólo te pido
que ahora estés a mi lado.
(Makán)
Yo no te pido
que llegues al espacio en cohete,
sólo te pido
que nunca te vayas.
(Samuel)
Yo no te pido
que no llores,
sólo te pido,
que seas feliz.
(Bruno)
Yo no te pido
que me extrañes,
sólo te pido
que me quieras.
(Mario P.)
Yo no te pido
la luna en un armario,
sólo te pido
el sol en un cajón.
(Íker)
Yo no te pido
que llenes mi amor con tu presencia,
sólo te pido
que te acuerdes siempre de mí.
(Mario A.)
Yo no te pido
el abrazo constante, la caricia perpetua, el beso eterno,
sólo te pido
la mirada frágil que, al caer la tarde, me brindas sonriendo.
(Mª Jesús)
Me encantan los versos que habéis escrito.
ResponderEliminarMaribel
ResponderEliminarHan quedado preciosos.
Un abrazo.