"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro".
Así empieza el libro "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez.
Y así se inicia este blog, como la primera página de un libro que, esperemos, se llena de palabras hermosas.
2 de noviembre de 2010
Por qué el pino, el abeto y el enebro conservan su hojas en invierno
Uno de esos cuentos que forman parte de nuestras vidas.
Que chulo este cuento.
ResponderEliminarANA NIETO Y ALICIA.
Qué /
ResponderEliminarA mí también me gusta mucho.
Un abrazo.