Cuentan que Rodrigo, que pertenecía a una importante familia, se enamoró de Marica (María), que era una sirvienta.
Como su padre estaba totalmente en contra de esa unión, Rodrigo pidió que le fuera entregada la cantidad de dinero que le correspondía por herencia. Así, mandó edificar una hermosa casa para su amada, pero ella no la quiso ocupar, prefiriendo seguir viviendo en una cueva.
Más tarde, Rodrigo tuvo que partir; antes de eso, sin embargo, dejó grabado en los soportales de su palacio:
Rodrigo ama a Marica, pregonando así su honrado amor.
Algunas versiones cuentan que, al final, vivieron felices los dos enamorados.
Si vas a Graus podrás ver la inscripción.
Hola,soy Sonia y esta historia es muy bonita.No se si es la más bonita de todas.Aunque la de Maella
ResponderEliminartambien es muy bonita,me gustaría
tanto que nos contaras otra.
Bueno adios.
Sé. También.
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Os contaré otras, seguro que sí.
Un beso para ti.
Adiós /
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