17 de noviembre de 2009

Culturas del mismo árbol



Hemos estado en la biblioteca del colegio. Allí, entre otros muchos libros, han puesto muchos que están escritos en idiomas diferentes al nuestro. Así, los hay que vienen de China, o de Rusia, o de Polonia, o de Rumanía, o de Francia, o de Marruecos, o de Italia, o de Portugal, o de otros lugares.


Algunas lenguas se parecen a la española; sin embargo, en otras ocasiones resulta casi imposible leer lo que está escrito. Sebastián y Andrea sí lo han hecho, porque tienen la suerte de conocer el rumano y eso... uf, facilita las cosas. Nos han traducido algunas líneas de cuentos de su país.
Zhan-li nos leerá textos chinos.


Ayudan mucho las ilustraciones que aparecen en las páginas; en algunas ocasiones son una verdadera maravilla.


(Desde aquí valoramos el trabajo de los ilustradores de historias, que consiguen introducirnos en las páginas, a veces antes que las palabras.


También hemos visto libros en los que sólo aparecen dibujos. ¿Sólo? Es suficiente. Fomentan nuestra imaginación y nos acercan al universo, como aquél que venía de Francia y que "hablaba" de una estrella que se caía, o el que ha explicado Nerea sobre una nube que salía por una chimenea.


Historias que nos invaden sin necesidad de letras.


Algunos alumnos que tienen familias extranjeras les dirán a sus padres que nos vengan a leer cuentos de su tierra.




(Imagen: El árbol de la vida. Klimt)



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