Miguel Hernández y Jaime Martínez

Umbrío por la pena, casi bruno,

porque la pena tizna cuando estalla,

donde yo no me hallo no se halla

hombre más apenado que ninguno.

Sobre la pena duermo solo y uno,

pena es mi paz y pena mi batalla,

perro que ni me deja ni se calla,

siempre su perro fiel, pero inoportuno.

Cardos y penas llevo por corona,

cardos y penas siembran sus leopardos

y no me dejan bueno hueso alguno.

No podrá con la pena mi persona

rodeada de penas y de cardos:

¡Cuánto penar para morirse uno!

Empezamos una nueva sección en este blog: LA FOTOGRAFÍA.

Cada viernes aparecerá una imagen para que le pongáis un título.

Por citar un ejemplo, hoy nos acompaña, en el apartado de POESÍA, un gran poeta: Miguel Hernández.

Su poema: "Umbrío por la pena" ha inspirado al fotógrafo vallisoletano Jaime Martínez:

El ánimo no era el más alegre ese día. Cruzaba campos resecos y al pasar al lado de una parcela con girasoles éstos me evocaron la melancolía. Cabizbajos y resecos suponían buenos modelos fotográficos para captar ese estado del alma.

Hice una pausa en mi trabajo para fotografiar, desde abajo y contra el cielo logré aislarlo del resto y dar énfasis al gesto. Componiendo una diagonal con el tallo conseguí colocar la giganta en un punto de interés. Procesado intentando concentrar la atención en la "humanidad" y tristeza del personaje.

Qué título le pondrías tú a esta imagen.

Escríbelo en un comentario. Deja volar tu imaginación. No escribas títulos de lo que se ve en la imagen (que también podría ser), sino de aquello que te inspira.

Y confía en ti. Porque tú también eres un poeta.